Sputnik, mi amor-Haruki Murakami
martes, 19 de enero de 2010
(...)Y entonces lo comprendí. Habíamos sido unos magnificos compañeros de viaje, pero, en definitiva, no éramos más que dos solitarios pedazos de metal trazando su propia órbita cada uno. Desde lejos parecían bellos como estrellas fugaces. En realidad, sólo éramos prisioneros sin destino encerrados cada uno en su propia cápsula. Cuando las órbitas de los dos satélites se cruzaban casualmente, nos encontrábamos. Quizá simpatizábamos. Pero sólo duraba un instante. Momentos después volvíamos a estar inmersos en la soledad más absoluta. Y algún día arderíamos y quedaríamos reducidos a nada.
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ola hermana ey mal dia para mi
ResponderEliminarmuy buena cita
mmmmmmmm
sin mas k decir
mas k kiero un abrazo
buuuuu
ya tengo para irme a six
je
bueno
bye t kiero mucho
bye ermana