Los pensamientos, desde el mas inocente al mas cruel no dejan respirar ni tomar aliento, a veces vienen en forma de caridad y a veces en forma de enfermedad, nadie podría entenderlos, nadie que no haya estado en la misma situación. Lo que sí, es que el arrepentimiento no existe porque nunca lo ha habido, ni siquiera los reproches, solo la condición que no es aceptada.
Las percepciones cambian, todas, una a una y la mas intensa a falta de un adjetivo mejor, es aquella en la que sabes que no puedes desatar el mas gran vínculo que a pesar de los pocos años, te ha atado...
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