domingo, 20 de febrero de 2011

Lo estresantes que estuvieron los días no tuvieron nombre, pasaron cosas tristisimas y pasaste tú.
Fuiste lo único que me ayudó a no desplomarme y a acabar en mi cabeza sola, abrazada y compadeciéndome.
Otra persona más me dijo que no me autocompadeciera tanto, que no me iba tan mal como suponía que lo iba, lo más irónico fue que esa persona era la menos indicada, quizá, para decírmelo, pero en fin.
Las cosas si fueron muy tristes, lloré como pocas veces se llora, por miedo, por angustia, por enojo y por incomprensión, pero estoy casi segura de que eso se acabó con el bello concierto de ayer, con eso y con tu voz cantándome al oído, pero ahora, confieso, me da mucho más miedo amarte como te amo, porque estoy empezando a planear y eso me da miedo.

¿Y si te vas?


Nunca me dejes, o mis ojos no conocerán la sequía
mis pensamientos darán vueltas alrededor de ti
mi corazón se encogerá, mi ser será un delirio...

jueves, 17 de febrero de 2011

"Tú sola te estás encerrando". Lo dijo mi madre. Me dolió pensar que a pesar de haber llorado tanto estos últimos días dijeran que yo me estaba encerrando y que no les explicaba los motivos de mis lágrimas. Son mis padres, deberían saberlo.
Estaban mas preocupados por lo que pasaba en la familia, por otras personas, que por la niña que habían creado, que lloraba sin parar, que su cuerpo estaba colapsando. Esto me hirió cada vez mas, me quede dormida tras mojar por completo las almohadas y las sábanas, mi cabello.
Necesitaba un abrazo y mientras tanto, el padre de ella se encontraba en la parte posterior del departamento, jugando videojuegos con su sobrino.

domingo, 6 de febrero de 2011

Forever & Amen.

We, we are in love
and we forever
We not gonna stop
We'll be forever

And all the stars in the sky
And all the flowers in the fields
And all the flower in the earth
Could never take you from my heart

And it's forever, baby it's forever...

La mitad.

Estaban ahí encerrados en la habitación gris.
Los oídos de ambos estaban muy sensibles, los sonidos se amplificaban magnificamente y no eran capaces de soportar mas que sus propias voces. Hablaban en voz baja. Trataban de no tocarse, las caricias eran choques para sus nervios y reproducían placeres que ni tras horas en la cama se lograban. De repente reían, de repente se abrazaban y se soltaban porque no eran capaces de soportarse tan cerca. Los ojos de ambos estaban explosivos, las pupilas estaban fuera de lugar. Pronto acabaron sin la parte superior de la ropa y sin pensarlo se besaban, se olían, se fantaseaban.
Él quería alejarse del aroma, murmuraba cosas sin sentido al nulo entendimiento de ella y sólo le gritaba que volviera a acostarse a su lado. Se tapaba la cara, la cabeza le daba vueltas. Él regresaba y de nuevo se encontraban provocando al otro.
El techo llamaba su atención, el sonido de los autos por la ventana, los maullidos de los gatos circundantes, el raspar del aserrín, las cortinas y la pared era todo lo que se veía.
Cada uno estaba en una realidad distorsionada del otro. Quien sabe cuantas cosas se estaban imaginando.
Así pasaron algunas horas. Estaban tan encerrados en ellos mismo y en ese cuarto que a veces salían demonios propios, las cosas por momentos se tornaban peligrosas para ambos, se gritaban y se sollozaban.
El no poder besarse como querían a él lo estaba sacando de quicio, ella sólo pensaba en que no era tan importante el discurso que él estaba recitando. El que pasaran las horas y no se percataran era una secuela de todo aquello.
Se levantaron de la cama, se vistieron como pudieron, discutieron, él lloró, ella se asustó. Caminaron a la calle a la mitad de los efectos, no notaron muchas cosas, atravesaron unas cuantas calles, se abrazaron un poco.
Ella logró sanar un poco del dolor que le impedía saborear las sensaciones que no había experimentado antes y que ya la frustraban en demasía. Se rieron un poco más del estado en que estaban, ataban cabos torpemente y se sorprendían un poco de las razones que los habían llevado a estar en tan mal estado. Volvieron a acabar entrelazados, no había mas que todo aquello. El futuro inmediato no era tan importante. Jugaban con sus cuerpos, con sus caderas, con sus labios y cuellos. De nuevo las horas pasaron y ni se percataban de que todo aquello era absurdo en el momento. Querían mas y sabían que nada era personal.
Temblaban, sudaban, no soportaban.
Aun faltaba por terminar, pero ellos ya habían terminado con su tiempo, no había mas que terminarlo cada quien por separado. Temblaron de frío juntos por última vez y con un beso mas bien apresurado terminaron el delirio que habían producido juntos.

Hablar de lo que cada quien vivió en su cabeza, de lo que cada quien reprodujo en su realidad es tan incomprensible.

jueves, 3 de febrero de 2011

Y como le dije a mi psicóloga, creo que he llegado a considerarme una persona que si no está hundida hasta el fondo no sale de sus problemas. Lamentablemente para unas cosas ya lo estoy para otras no tanto y siento que podría seguirme dando de topes con la pared.
El punto es que aprendí que si algo no te funciona tienes que intentar con algo más, no es válido estancarte con una sola solución ni estancarte en una duda, mas vale resolverlas.