jueves, 10 de junio de 2010

Agua para limpiar las heridas

Nada pasó como había sido planeado, de veinte minutos que comúnmente me hago en trasladarme, llegué a hacerme una hora. En el auto ya algo desesperada comencé a mandar mensajes a diestra y siniestra a mi amiga y a él, tenía ganas de verlo, ¿por qué? porque siempre es bueno ver alguna cara conocida entre tanto tumulto.
Tras media hora de haber comenzado el concierto, me vi en la necesidad de correr hasta las puertas del acceso y correr por los 4 niveles y darle la vuelta al infield porque El baile y el salón comenzaba a dar las primeras notas, llegué y esperando no echarle a perder esa canción a él, mandé un mensaje, después varias llamadas, hasta que al voltear ahí estaba tan jubiloso como siempre, no pude evitar abrazarlo, es una reacción casi instantánea y no sólo ahí, sino siempre que lo veo, no lo quería soltar pero esperaba no empalagarlo.
Yo ansiaba cantar a todo lo que daba mi voz, halagos por su parte, risas por el mio, alguna canción de Cerati que yo tarareaba por la familiarización mas que por sabermela, Dejate Caer y el me veía con esos ojos, yo sólo trataba de disimular, vueltas mientras cantábamos hasta que decidimos abrir paso entre la gente, platicabamos entrecortadamente, el aturdimiento estaba a todo lo que daba y yo traía un dolor de cabeza porque no había dormido y por los 3 tés que había tomado antes de entrar, jugueteabamos, platicábamos, reíamos, analizábamos... salió esa parte ¿seductora? que pocas veces sale en mi -ja! aquí pueden reírse, si, les doy permiso- ¿en qué canción comencé a hacerlo? realmente no recuerdo, pero sé que lo hice, Si, he de admitir que cantando Como te extraño mi amor, se me vinieron cosas a la mente pero ya sólo es la sombra de lo que quedaba mientras alguien susurraba a mi oído "te extraño tanto que voy a enloquecer" de nuevo no pude hacer otra cosa más que sonreír en ese momento, seguir disfrutando cada momento, un Encantamiento inútil cantaba por ahí, ganas de cantar El Espacio, sus ojos cada vez más clavados y diciendo "con que esto es El Espacio, eh?", yo recordaba a momi en diversas canciones, cantaba por ella, me apoyaba en su hombro, reía cuando el intentaba abrazarme por lo complicado que era.
Al comenzar Eres, se azotó la lluvia, comenzó a granizar, mi cuerpo que estaba medianamente tibio comenzó a enfriarse rápidamente y el de él también, sin embargo me mantenía de los hombros cantándome, yo pensando en lluvias musicales anteriores hasta que volteé a verlo y comprendí que sucedería -de hecho dentro de mi subconsciente sabía que alguna vez pasaría e incluso pensé que por la tardanza de Tláloc ya ni iba a suceder- sucedió, e inexplicablemente tuve que volver a abrazarlo, pensando en nada, pensando en que debía pensar pero a veces el bienestar no tiene que explicarse ni pensarse, y así, toda la gente se apretujaba para evitar sentir tanto frío, la música ya ni se escuchaba, el mensaje de mi padre despertó la realidad al avisarme que la calle se estaba inundando, él -y su primo- me acompañaron hasta la salida del infield, a partir de ahí tuve que correr lo dicho anteriormente en sentido contrario pensando en que esto verdaderamente había sido destino.
¿Y es que cómo explican que mi amiga ya no pudiera acompañarme, que lo hubiera encontrado justo de ese lado, justo entre tanta gente, justo después de tanto tráfico? Yo soy alguien dispuesta a aceptar señales y simbolismos y eso fue destino.

No pude evitar seguir sonriendo al llegar a la casa calada hasta los huesos y habladora más de lo común, salí de bañar y ví la llamada perdida que tenía, le hablé, quería saber como estaba, su voz agitada y cansada sonaba preguntando si ya estaba en casa y mejor, sonreía más, la adrenalina no me dejaba dormir hasta que el cansancio cobró factura, y traté de dormir en vano, desperté y estaba ahí conectado.



También fue el hecho de que detalles me hicieran feliz, queridos lectores, hoy estoy feliz.

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