miércoles, 24 de marzo de 2010

Cosas que se saben... segun sea el caso

-"Yo sé cosas" -
repetía siempre, cada disputa, cada que volvía a enamorarse de él.

Y esas "cosas" cada vez causaban mas problemas, tantos que ya no sabía ni en que día vivía y el tiempo dejaba de pasar como nos enseñan y comenzaba a basarse en las relaciones fugaces cada vez menos usuales pero de cierta forma más duraderas.

Y las "cosas" comenzaron a desvanecerse, comenzaron a ser inciertas hasta que poco a poco dejó de saberlas y ya sólo sabía lo que sentía y lo que en verdad pasaba, más allá de lo que antes sabía pasaría.

Igual y no quería aceptar las cosas que debía saber desde hace tiempo, como que ya no debía seguir caminando hacia ese lado, sobre ese camino, pero había una parte, una "voz" que le decía que si su destino era ese, no debía preocuparse aunque ya no sabía si eso era sólo el eco de las cosas pasadas. El otro camino pensaba y analizaba era irse, desaparecer aunque era claro que no se podía. No era tan fácil. No es que no quisiera no irse, hasta ella lo había deseado mucho antes de la 15º vez. Pero a veces no sabía porque volvía a repetirse. Estaba ya tan aferrada? No. Ella sabía que no, a eso mismo se refería con saber, ella sabía que lo quería, que lo amaba y aunque el ya no lo hiciera ni mucho menos, el amor no desaparecería por más que lo llorara y desgarrara.

Comenzó a morder las mangas de sweteres como solía hacer. Comenzó a descuidarse y comenzó a tenerse mas coraje. Los días ahora comenzaban a la expectativa y continuaban llorando, doblando las rodillas y tapándose la cara, escuchando sus propios gemidos de dolor y llendo hacia la relativa calma, más adelante repetía a doblarse en si misma.

Era ya una rutina que no quería volver a repetir. No quería volver a pasar por algún lugar imaginándose como sería estar ahí con él. Porque ya no sabía si en realidad eso debía saberlo.

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