domingo, 21 de marzo de 2010

Ya estoy curada, anestesiada

La única vez que me han anestesiado -comentan mis padres- me puse verdaderamente mal. Yo sólo recuerdo gritar todos mis traumas mientras lloraba y golpeaba a mi papá.

No es especialmente un buen momento. Para nada lo es, de hecho. De esas veces que quieres mandar directito al carajo todo, TODO, T-O-D-O. Y que sabes que si no te tranquilizas un poco, lo harás. Aunque ya no estoy tan mal para rasgar mi piel, ni tomar pastillas de todo para tratar de matar mi alma.

So... demos la bienvenida al zombie, a lo que queda del aura índigo -que dice el facebook que traigo-, a lo que queda de mi sensatez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario