viernes, 29 de enero de 2010

No, no estaba drogada. No, no era alcohol lo que estaba en el vaso. No, hoy no fumé.

Toda la gente pensaba todas las alternativas posibles al verme tropezando por la calle con una corona enredada en mi cabello, vaso en mano mientras mi sudadera despedía olores parecidos a humo.

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